Hoy voy a comentar otro aspecto que del Real Decreto 769/2017, de 28 de julio , por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Hacienda y Función Pública y se modifica el Real Decreto 424/2016, de 11 de noviembre, por el que se establece la estructura orgánica básica de los departamentos ministeriales, y es, lo recogido en la disposición final cuarta: La modificación del Estatuto del Instituto Nacional de Administración Pública, aprobado por Real Decreto 464/2011, de 1 de abril, alineado sin ninguna duda con su recientemente lanzado Plan Estratégico 2017-2020.
En primer lugar, se eleva el rango del Director del Instituto al de Director General, puesto que antes era de Subdirector General.
En segundo lugar, aprecio un cambio de lenguaje en el organigrama, aparece una nueva Subdirección de Aprendizaje que sustituye a la clásica Subdirección de Formación, y aparece el Centro de Estudios y Gestión del Conocimiento que sustituye al "Departamento de Publicaciones, Estudios y Documentación." denotando sendas denominaciones un claro cambio de estrategia enfocado a nuevos y avanzados métodos.
Y en tercer lugar y a mi juicio lo más interesante es que aparece un nuevo Departamento de Innovación Pública, que asistirá al Director del Instituto en el diseño de programas de innovación, certificación y acreditación de la formación, y programas de evaluación.
En mi opinión, la certificación y acreditación de la formación (y el aprendizaje) es sin duda una de las apuestas más importantes, posiblemente la de mayor transcendencia, y que sin duda será un cambio de paradigma respecto al clásico sistema de formación.
Esta certificación de la formación, casi con toda seguridad supondrá que el organismo formador -o una entidad certificadora- tendrá que realizar un proceso de validación de competencias de la persona -que deberán estar previamente definidas por niveles y materias para cada acción formativo o programa- con la idea de que ese certificado tenga validez general -aunque con fecha de caducidad-, pueda ser homologable en cualquier administración u organización e incluso a nivel europeo.
Este es un cambio nada fácil que poco a poco deberán ir adoptando todos los promotores de formación (como nos consta que ya están trabajando otros institutos como la EBAP y el IAAP) y tendrá un impacto positivo en la movilidad y en el desarrollo de carrera de los empleados públicos.
En primer lugar, se eleva el rango del Director del Instituto al de Director General, puesto que antes era de Subdirector General.
En segundo lugar, aprecio un cambio de lenguaje en el organigrama, aparece una nueva Subdirección de Aprendizaje que sustituye a la clásica Subdirección de Formación, y aparece el Centro de Estudios y Gestión del Conocimiento que sustituye al "Departamento de Publicaciones, Estudios y Documentación." denotando sendas denominaciones un claro cambio de estrategia enfocado a nuevos y avanzados métodos.
Y en tercer lugar y a mi juicio lo más interesante es que aparece un nuevo Departamento de Innovación Pública, que asistirá al Director del Instituto en el diseño de programas de innovación, certificación y acreditación de la formación, y programas de evaluación.
En mi opinión, la certificación y acreditación de la formación (y el aprendizaje) es sin duda una de las apuestas más importantes, posiblemente la de mayor transcendencia, y que sin duda será un cambio de paradigma respecto al clásico sistema de formación.
Esta certificación de la formación, casi con toda seguridad supondrá que el organismo formador -o una entidad certificadora- tendrá que realizar un proceso de validación de competencias de la persona -que deberán estar previamente definidas por niveles y materias para cada acción formativo o programa- con la idea de que ese certificado tenga validez general -aunque con fecha de caducidad-, pueda ser homologable en cualquier administración u organización e incluso a nivel europeo.
Este es un cambio nada fácil que poco a poco deberán ir adoptando todos los promotores de formación (como nos consta que ya están trabajando otros institutos como la EBAP y el IAAP) y tendrá un impacto positivo en la movilidad y en el desarrollo de carrera de los empleados públicos.